
Devorado por su propio interior, por sus fantasmas personales y abrumado por los problemas, su hepatitis crónica y la heroína, tocaba para si mismo y no para su público, pero todos estos problemas no parecían mermar su capacidad musical, al contrario, le permitían hacer una revisión de sus clásicos temas, revisión emapapada de negros augurios: "cualquier noche puede ser la última".
La verdad es que poco se puede decir del maestro que no sea conocido, tuvo una carrera dificil, llena de obstáculos, personales principalmente. Experto intérprete de música clásica, tenía una forma muy lírica de tocar que le valió el sobrenombre de "poeta del piano". Tras su paso por diversas orquestas, y los grupos de Charles Mingus, Art Farmer, Oliver Nelson... llegó al grupo de Miles Davis, con el que grabó lo que muchos consideran la obra maestra del jazz: Kind of Blue (1959) y ese mismo año también su primera obra como lider de grupo (New Jazz Conceptions), seguido de "Everybody Digs Bill Evans" con su premonitoria portada.
Pero fue con Scott laFaro y Paul Motian con quienes llegó a su punto álgido con los imperecederos "Waltz for Debby" y "Sunday at the Village Vanguard", fructífera colaboración que cambió el concepto de piano trio (ya no eran 2 músicos acompañando a una estrella sino 3 músicos con voz propia manteniendo una conversación), que se vio truncada por la muerte de laFaro con 25 años, y que hizo a Evans replantearse su vida.
A partir de entonces Bill intentó sin exito sustituir a laFaro, consiguiendo grandes obras como en piano solo como "Conversations with myself" o "Alone"...
BILL EVANS: Live at Balboa Jazz Club (Madrid, 1979)
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