
Los dúos piano-guitarra son delicados, son dos intrumentos que nunca han conseguido pegar del todo, o eso se cree, hasta que se tiene la posibilidad de escuchar a alguien que realmente sabe lo que hace como es el caso. Hall y Evans consiguen compenetrarse de manera tan sutil que a veces se te olvida que hay dos instrumentos para dar lugar a un corto album compuesto de dos standards, dos temas propios (uno de Evans y otro de Hall) y un par de extrañas elecciones como son el "moderno" "Angel's face" del gran Zawinul y el "brasileiro" "Jazz Samba" de Ogerman que inyecta una inesperada energía en el tranquilo transcurrir del disco.
1 comentario:
El disco está genial. Gracias. Suerte con el blog.
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